Un nuevo estudio publicado en PLOS ONE informa que las células epiteliales respiratorias de un ratón expuesto al vapor del cigarrillo electrónico mostraron signos de inflamación y estrés oxidativo. Del mismo modo, un ratón expuesto al aerosol electrónico experimentó una reducción del aclaramiento bacteriano pulmonar. El estudio es de alguna manera impactante, ¿verdad?
Solo hay un problema del estudio con el titular de los alarmistas difundido por los medios y la conclusión alarmante: no están respaldados por evidencia científica. Seamos realistas, el estudio se realizó en ratones, y es de dominio público que existen serios problemas con la extrapolación de los hallazgos en ratones a hallazgos clínicos significativos en humanos. Lo que el estudio demostró fue algo que todos sabían: que el aerosol de cigarrillo electrónico puede causar irritación en las vías respiratorias. La cuestión de si esa irritación respiratoria podría dar lugar a una enfermedad pulmonar clínica grave sigue siendo desconocida. En segundo lugar, no hay evidencia en este momento que demuestre que existan efectos clínicamente adversos en el uso de cigarrillos electrónicos.
La única evidencia existente es que cambiar de fumar tradicional a electrónico puede revertir una cierta forma de enfermedades obstructivas de las vías respiratorias. De hecho, el estudio indica que el uso constante deCigarrillos electrónicos en lugar de fumar tabaco se asocia con una mejora subjetiva y objetiva en los resultados del asma. Teniendo en cuenta que el uso del cigarrillo electrónico es aparentemente menos dañino en comparación con el tabaquismo tradicional con resultados positivos posteriores en el asma, este nuevo estudio tiene una evidencia válida de que el cigarrillo electrónico es la mejor opción para las personas asmáticas que pueden no dejar de fumar utilizando otros métodos.
El estudio de las células epiteliales respiratorias de un ratón es casi idéntico al que encontró que los ratones tratados con aspirina exhiben una eliminación bacteriana reducida de sus pulmones. Según el estudio, ¿concluirían con éxito los investigadores que la aspirina causa neumonía en humanos y que los medios de comunicación difundan al público que la aspirina aumenta el riesgo de infección bacteriana? Obviamente, una conclusión tan rápida hubiera sido prematura, por lo tanto, el peligro de extrapolación de los ratones a los hombres.