Una de las recomendaciones más desacertadas e irresponsables en pocos días es el llamado a una prohibición total de la venta de cigarrillos electrónicos por parte del médico de Oregon. Actualmente, la mayoría de las naciones están considerando la audiencia que prohibiría la venta de cigarrillos electrónicos a menores. Sin embargo, para este médico, eso no es suficiente. Quiere ver una prohibición sobre el uso de cigarrillos electrónicos para cualquier persona. El médico afirma que los cigarrillos electrónicos son productos adictivos con una gran cantidad de riesgos potenciales y ningún beneficio conocido: no deben permitirse en el mercado hasta que se obtenga una prueba clara de que no dañará a los menores.
Desafortunadamente, en su comentario, el médico no pidió una prohibición similar de los cigarrillos tradicionales, a pesar de una gran cantidad de documentación sobre los peligros que causa fumar, incluido el efecto grave en los niños. ¿Por qué un tratamiento especial para los cigarrillos de tabaco, que matan a millones de personas cada año en todo el mundo, sobre los cigarrillos electrónicos, que no han matado a nadie en el mundo?
El médico sugiere que el objetivo principal de los cigarrillos electrónicos es generar dinero al aumentar el número de nuevos adictos a la nicotina y descartar los síntomas de abstinencia en los adictos disponibles. Sin embargo, si ese es el caso, ¿por qué el médico no solicita la prohibición de los parches de nicotina, porque su objetivo es ganar dinero para las compañías farmacéuticas al descartar los síntomas de abstinencia en los adictos disponibles?
El médico no reconoce que los cigarrillos electrónicos tienen un beneficio excepcional para la salud pública: ayudan a los fumadores a reducir el consumo de tabaco, dejar de fumar y reducir el nivel de adicción a la nicotina. Además, el médico no proporciona ninguna evidencia de que los cigarrillos electrónicos generen nuevas adicciones a la nicotina; actualmente no hay evidencia que respalde su argumento.
Es lamentable que un funcionario de salud mienta al público, desafía décadas de educación sobre los peligros del tabaquismo y desalienta a los adictos al tabaco a dejar de fumar. Debido a la estrecha devoción a una ideología mal aconsejada y profundamente arraigada, el autor quiere engañar al público sin ninguna evidencia que respalde su llamado. ¡Triste!
